Fotos pequeñas, grandes horizontes

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En 1982 empieza a fabricarse en San Petersburgo, una cámara fotográfica instantánea de bajo precio. La LOMO L-CA, pronto se convertiría en la cámara más popular de Rusia y de los países de su área de influencia.
En 1991, la cámara empieza a desaparecer del mercado. Un grupo de estudiantes vieneses viaja a Praga y la descubren de forma casual en una cooperativa de compras. Se hacen con un par de ejemplares por poco dinero y empiezan a jugar con ellas haciendo fotos “tontas”. Disparan desde la cadera, por debajo de las piernas…
De regreso a Viena, revisan las fotos hechas y descubren que son divertidas. También descubren que esa cámara tiene unas características especiales; es luminosa, proporciona una gran saturación de color y… veladuras, superposiciones, desenfoques… el resultado siempre es incierto.
Se entusiasman con el juguete y dan origen a un fenómeno que se ha globalizado: la LOMOGRAFÍA.
En 1993 nace la “Lomographische Gesellschaft”, la primera sociedad lomográfica del mundo.
En 1994 se realizan dos exposiciones simultáneas con miles de imágenes en Moscú tomadas en Nueva York y miles de imágenes en Nueva York tomadas en Moscú. Algunos meses más tarde, consiguen convencer a la empresa LOMO que ya ha detenido la fabricación de las cámaras para que vuelva a fabricarlas.
En 1997 se abre el primer congreso lomográfico mundial en Madrid. En la estación de Atocha, se exhiben a lo largo de 120 metros de muro más de 35.000 lomografías.

Actualmente, Las cámaras LOMO han evolucionado y se venden distintas versiones, cada una de ellas con características diferenciadas.
La Lomografía, representa no sólo a un numerosísimo grupo de personas en todo el mundo que utilizan cámaras LOMO o su equivalente en otras marcas, sino que también se promulgan como una nueva corriente en el arte fotográfico.

Son fieles a un decálogo cuya principal norma es la que no figura en él y que han convertido en lema: “NO PIENSES, DISPARA”.