La fotografía

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Cuando Ramón Puiggené, profesor de fotografía en Elisava nos propuso los dos grandes proyectos de curso pronunció una frase que resumía mi fascinación por la fotografía, nos dijo “quiero una visión gráfica, quiero la visión de un diseñador”. Lo que me pareció más interesante de la fotografía fue la posibilidad de lanzar una mirada absolutamente personal al mundo.
De todas las artes plásticas, la fotografía es la única en la que el artista parte de una realidad previa. El fotógrafo especula sobre el resultado final, pero la realidad, el objeto fotografiado, está previamente allí. Todas las manipulaciones del artista serán a posteriori y nunca sobre la materia. Por muy alejado del modelo que resulte el producto final en el proceso creativo fotográfico, el fotógrafo no crea el objeto, lo interpreta.

Nunca he sentido entusiasmo por la fotografía de reportaje, por la representación de la realidad. Me ha interesado el trabajo sobre las sensaciones. He disfrutado cuando he podido captar aquello que me producía un impacto visual. El reflejo de un intermitente en la chapa reluciente de un coche americano o la proa desconchada de una vieja barca que espera el desguace. Sólo veo, a traves del objetivo, combinaciones de luces y colores. Supongo que mi visión no ha sido nunca la de un fotógrafo.