viernes, 14 de septiembre de 2007

Imágenes sugeridas

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A los catorce años coleccionaba mariposas. Salía al campo con mi amigo Antoni Tarragón y capturábamos hermosos ejemplares de lepidóptero. Habíamos aprendido a ejercer la presión exacta entre el índice y el pulgar sobre aquel diminuto tórax vivo para que su muerte fuera lo más rápida posible y perjudicara el mínimo posible el magnífico esplendor de las alas desplegadas sobre el pequeño extendedor de taxidermista aficionado. Sólo nos dedicábamos a las mariposas ya que la muerte del resto de insectos bajo el efecto del éter sobrevenía después de un proceso demasiado lento que nos aterrorizaba.
Naturalmente, a medida que nuestra conciencia del mundo que nos rodea fue creciendo, dejamos de exterminar mariposas.

En aquellos momentos, nuestra prematura y macabra afición despertó el interés entusiasta de los venerables ancianos entomólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas con los que entramos en contacto en nuestro afán por incrementar conocimientos. Nos invitaban a sus reuniones y actos y nos permitían acompañarles en sus expediciones. Por cierto, el recuerdo de aquellos días ha quedado fuertemente asociado en mi mente al mágnífico álbum de Tintin “La estrella misteriosa” (¡qué extraordinaria galería de personajes entre los científicos que estudian el fenómeno!).

Fruto del cariño con el que fuimos acogidos en el seno de aquella respetable institución, tuvimos la oportunidad de asistir a una proyección de diapositivas realizadas por uno de ellos. Se trataba de una serie de macrofotografías de fragmentos de alas de mariposa. Recuerdo un comentario que, durante la sesión, hizo el autor sobre la dimensión artística de aquellos fragmentos que ofrecían en la pantalla interesantes combinaciones de dibujos y colores: “Parecen obras de arte”.

Mucho tiempo después, Miguelanxo me confesaba su también adolescente afición por coleccionar mariposas. "Luego sustituí la caza por el safari fotográfico", concluyó.

Cuando nos detenemos a contemplar el vuelo de una mariposa, encontramos magia en el movimiento, en el vuelo errático salpicado de brillos y de destellos luminosos. La fotografía captura sólo una fracción del tiempo que dura ese vuelo. La mariposa pasa a formar parte de una combinación plana de luces y colores que se integran en un conjunto armónico. La fotografía despoja a la realidad de la tercera y de la cuarta dimensión.
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Las imágenes de La Mirada Plana son imágenes sugeridas. Los objetos que las han generado han perdido su identidad y han sido reducidos a la categoría de excusa. Lo que podemos contemplar en ellas es justamente aquello que el objeto no muestra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

3mendas las fotografías!

¿Conoces a Karl Blossfeldt? Este es un link con alguna de sus obras: http://www.pdnbgallery.com/photographers/Blossfeldt/blossfeldt1.html

Curiosa la naturaleza, ¿no?

Natalia

E Bosch dijo...

Hola Natalia, justo en mi otro blog aparece una imagen y un enlace a la página de Bloosfedt.
Efectivamente me encantan sus fotos.

Anónimo dijo...

que maravilla , no tengo palabars para expresar los sentimientos que afloran al mirar las semillas en esas posiciones que hacen que uno ve otra figura con colores y formas que uno no se cansa de miarrlas y encontrar detalles tan pequeños que hacen imaginar un animalito incluso se ve como si corriea o volara ...muy hermoso lo que haces Eduard....Cherie...

E Bosch dijo...

Gracias por tu comentario, Cherie. Siempre es un placer leerte. Un beso.

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